jueves, 12 de enero de 2017

Distorsión aperceptiva y sus formas.


Habíamos hablado anteriormente sobre apercepción, tomando la definición de Bellak (1967) la cual dice que la apercepción es una interpretación dinámicamente significativa que un organismo hace de una percepción. Todas las personas hacen interpretaciones distintas de cada estímulo por medio de la distorsión aperceptiva, así pues, toda interpretación subjetiva constituye una distorsión aperceptiva (Bellak y Abt, 1967).



Todas las personas distorcionamos aperceptivamente, solo cambia el grado con que lo hacemos. Ahora bien, hay diferentes formas de distorsión aperceptiva que expondremos a continuación.
            
FORMAS DE DISTORSIÓN APERCEPTIVA

Proyección: es el grado máximo de distorsión aperceptiva y se refiere a adscribir sentimientos y afectos al servicio de la defensa y se atribuyen al mundo externo por ser inaceptables para el yo, es decir, poner en otro lo propio (Bellak L., 1967). Por ejemplo: considerar a una persona ridícula por atreverse a bailar en público cuando en realidad se tienen ganas de hacer lo mismo pero es penoso.

Proyección invertida: Proyección + formación reactiva. Es propia de los estados paranoides, hay un impulso inaceptable para el ello y se da la formación reactiva que lo convierte en un sentimiento más aceptable que el anterior, pero como continúa siendo inaceptable para el superyó, se reprime y resulta la distorsión aperceptiva, y se atribuye al otro un sentimiento propio (Bellak L., 1967). Por ejemplo: a Helga le gusta Arnold pero no puede admitirlo entonces actúa como si lo odiara, diciendo que le cae mal.



Proyección simple: Influencia de imágenes previas sobre las presentes (Bellak L., 1967). Por ejemplo: Un hombre quiere colgar un cuadro. El clavo ya lo tiene, pero le falta un martillo. El vecino tiene uno. Así, pues, nuestro hombre decide pedir al vecino que le preste el martillo. Pero le asalta una duda: ¿Qué? ¿Y si no quiere prestármelo? Ahora recuerdo que ayer me saludó algo distraído. Quizás tenía prisa. Pero quizás la prisa no era más que un pretexto, y el hombre abriga algo contra mí. ¿Qué puede ser? Yo no le he hecho nada; algo se habrá metido en la cabeza. Si alguien me pidiese prestada alguna herramienta, yo se la dejaría enseguida. ¿Por qué no ha de hacerlo él también? ¿Cómo puede uno negarse a hacer un favor tan sencillo a otro? Tipos como éste le amargan a uno la vida. Y luego todavía se imagina que dependo de él. Sólo porque tiene un martillo. Esto ya es el colmo. Así nuestro hombre sale precipitado a casa del vecino, toca el timbre, se abre la puerta y, antes de que el vecino tenga tiempo de decir: "buenos días", nuestro hombre le grita furioso: "¡Quédese usted con su martillo, so penco!". (Watzlawick, 1983).

Sensibilización: mayor sensibilidad a estímulos a partir de exposición previa. En este concepto se puede incluir el concepto de mecanismo "paja-viga" algo que podemos definir con el famoso dicho "Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga que se nos atraviesa" Por ejemplo: Darnos cuenta de las reacciones de ira de una persona cercana y no ser conscientes de que tendemos a reaccionar de esa misma manera. Sensibilización neurótica, que es mayor sensibilidad a los estímulos a partir de exposición previa a estímulos no funcionales magnificados (Bellak L., 1967). Por ejemplo: una persona que es más propensa a identificar los ambientes violentos pues ha sufrido violencia anteriormente.

Percepción autista: sensible a lo que me falta, se basa en necesidades, instintivo (Bellak L., 1967). Por ejemplo: si una persona no ha podido dormir correctamente en los últimos días, estará más atento a situaciones que se refieran al sueño.

Externalización: evento ligeramente reprimido, es preconsciente (Bellak L., 1967). Por ejemplo: una persona que ante una película de desamor dice que la mujer se ha quedado sola por qué seguramente el hombre no la valoró lo suficiente, y sucede que ella terminó una relación amorosa por esa misma razón.

Referencias

Bellak, L. (1967). Sobre los problemas del concepto de proyección. En L. E. Abt, & L. Bellak, Psicología proyectiva (pág. 25). Paídos.
Bellak, L., & Abt, L. E. (1967). Introducción a los Fundamentos teóricos de la Psicología Proyectiva. En L. A., & L. B., Psicología Proyectiva Parte Primera (pág. 23). Paídos.
Watzlawick, P. (1983). El arte de amargarse la vida. Barcelona: Herder


1 comentario: